@valores_top 🔴 #ValoresTOP | La tatuadora de línea fina que fascina a ‘influencers’ y celebridades. El #tatuaje de líneas finas es el sello característico de #Minatopia, un estudio dirigido por Marina Martínez. Pero, además, esta pamplonesa de 29 años también se ha especializado en el tatuaje oncológico y de cicatrices, y ofrece sus servicios en eventos y bodas. Incluso ha creado una marca de sombreros artesanales. El cantante Paul Alone ya tiene uno… #NavCapital #Emprendimiento #EmprendimientoNavarra #Tattoo #Tatuajes #Tinta #Arte #Emprendedora #ArteEnLaPiel – @Marina Martinez ♬ sonido original – ValoresTOP | Navarra Capital

Marina Martínez, pamplonesa de 29 años, recibe a una de sus clientas más fieles: su madre. Quiere hacerse su tercer tatuaje. Esta vez se trata de un pequeño arcoíris detrás del codo. «Es algo muy de familia. Solemos ver arcoíris en momentos muy especiales, incluso cuando no ha llovido», explica Marina a ValoresTOP. El nuevo diseño acompañará a otros dos que realizaron las mismas manos más de un lustro atrás, cuando su trazo aún principiante y tembloroso solo tintaba pieles de naranja.

Fue en 2017 cuando descubrió que le gustaba más tatuar que trabajar como diseñadora industrial, un oficio que empezó a ejercer y a compaginar con su carrera como gimnasta rítmica. «Llegué a competir a nivel nacional», añade con cierta timidez. Tres años más tarde, en abril de 2020, logró independizarse y abrir un negocio con sello propio, Minatopia Tattoo, en Espacios Medialuna. «No me considero una artista, pero tengo muy claro lo que me gusta y lo que no. Tatúo lo que me hubiera gustado hacerme a mí misma», confiesa Marina, que aprendió de forma autodidacta y no pudo ofertar sus creaciones hasta 2021, tras el período más duro de la pandemia.

A diferencia de otros estilos más tradicionales, apuesta por las formas minimalistas y las líneas finas y sutiles, que dan forma a tatuajes delicados y elegantes. Tanto es así que ya ha conquistado a muchas celebridades e influencers. Hoy atesora una cartera de clientes que se amplía al País Vasco, y el precio mínimo que cobra por sesión son 60 euros, aunque el monto final varía dependiendo de la complejidad del tatuaje.

Minatopia Tattoo, el estudio de Marina Martínez, se encuentra en un local de Espacios Medialuna.

Minatopia Tattoo, el estudio de Marina Martínez, se encuentra en un local de Espacios Medialuna.

«Vivo de esto y eso choca… ¡incluso a mí misma! Tengo agendados siempre los siguientes dos meses. Es posible que dentro de un tiempo no sea así porque esto depende mucho de la moda. Pero creo que, si disfrutas mucho de lo que haces día a día, siempre tendrás trabajo. En concreto, lo que más me gusta son las historias detrás de cada tatuaje. Muchas son dramas y me dan qué pensar. Por eso, también intento tomar el tatuaje como una sesión muy abierta y sin prisas. Al fin y al cabo, es algo que dura toda la vida«, reflexiona.

DE LA TERAPIA A LOS EVENTOS

La filosofía que Marina aplica a su oficio hizo que, hace dos años, se fijara en un área concreta de la medicina estética: el tatuaje oncológico y de cicatrices. «Estaba viendo muchos casos de cáncer de mama a mi alrededor. Así que hice un curso en Madrid, especializado en el tatuaje de areolas, y constaté que tiene su lado artístico», relata.

Hasta la fecha, ya ha atendido a cuatro antiguas pacientes de cáncer, así como a una persona que se autolesionaba: «Hay que evaluar cada caso porque, de acuerdo a la situación de la piel, el tatuaje saldrá mejor o peor. Pero esta última persona no deseaba tapar sus cicatrices, sino tener un recordatorio en su brazo de lo que quería evitar hacer. Así que le tatué una tortuga en la parte interior del antebrazo. Se emocionó muchísimo y, después de un tiempo, me escribió para decirme que le había ayudado mucho. Ese es el valor terapéutico de los tatuajes».

La joven pamplonesa apuesta por los tatuajes minimalistas, de líneas finas y sutiles, que aprendió a trazar de forma autodidacta.

La joven pamplonesa apuesta por los tatuajes minimalistas, de líneas finas y sutiles, que aprendió a trazar de forma autodidacta.

Por otra parte, Marina tuvo la oportunidad el año pasado de empezar una nueva línea de negocio enfocada en los eventos y las bodas. «Vino una pareja que quería casarse y tener una tatuadora en su fiesta. Claro que dije que sí, ¡aunque luego estaba muy nerviosa!», resalta . Este tipo de servicios requieren de varias reuniones previas, donde las personas interesadas y la tatuadora deciden los diseños para que, durante el evento, los invitados puedan tatuárselos como un «recuerdo permanente» de un día especial.

«Después de la primera, me están escribiendo de muchas bodas. Ya he estado en tres. Una de ellas fue la de los influencers María y Zeus, promotores de la cuenta @comidaquenofalte, en Madrid. Trabajé mano a mano junto al estudio Sinkply, con el que colaboro mucho cuando voy a hacer puntualmente trabajos en la capital», señala.

SOMBREROS ARTESANALES

En parte, Marina se adentró en el mundo de los tatuajes porque le encanta «hacer cosas con las manos». Y, quizás, ese también fue el motivo que le llevó a adentrarse en la fabricación artesanal de sombreros: «Los descubrí en un viaje y me puse manos a la obra. Realicé un curso con una experta procedente de una familia con tradición en este oficio, me dio una lista con todo lo que necesitaba y monté mi propio taller de confección y costura. ¡Esto último me viene de mi madre!».

La tatuadora pamplonesa aún conserva el primer sombrero, que terminó de confeccionar el 12 de noviembre de 2022.

Marina, que aún conserva su primer sombrero hecho a mano, sigue considerando esta actividad como un hobby. Pero ya ha realizado trabajos para algunas celebridades como Paul Alone. «Somos amigos desde hace muchos años. Un día, vi uno que tenía para recordar a su primera banda, La via e mu corta compare. Y como utiliza muchos sombreros y me ha permitido usar su brazo como conejillo de indias, no pude evitar agradecerle su amistad con un sombrero inspirado en esa frase», concluye entre risas.