A sus 28 años, Saúl Chueca ha montado ya cinco caballos: ‘Roble’, ‘Lluvia’, ‘Exacta’ (por ser «idéntica a su madre»), ‘Morgan’ y ‘Khaleesi’. Todos castaños menos el primero, tordo. Nuestros lectores más televisivos ya habrán advertido de que es un gran seguidor de ‘Juego de Tronos‘ por el nombre de la última yegua, pero muchos tal vez ignoren que ‘Lluvia’ fue bautizada así en homenaje a la coprotagonista de la película ‘Spirit: El corcel indomable‘. Su amor por estos animales es proporcional al que siente por los perros. De hecho, actualmente tiene cinco: ‘Denver’, ‘Kiara’, ‘Jasmín’, en referencia a personajes de ‘La Casa de Papel‘, ‘El Rey León‘ y ‘Aladdín‘ respectivamente; ‘Kalilo’, cuyo nombre eligió su cuñado; y ‘Bibek’, que significa ‘sabiduría’ en sánscrito. 

La afición de este veterinario por el cine y las series también se traslada a los documentales de animales. Y es que el más pequeño de la casa, que además tiene tres hermanas, creció rodeado de perros, caballos y vacas en un terreno familiar de Murchante. «Cuando alguno caía enfermo, yo era el primero en pensar cómo curarle», asegura a ValoresTOP.

Opera desde un local de 130 metros cuadrado, y su objetivo a corto plazo es contratar personal.

El establecimiento abierto por el joven tiene 130 metros cuadrados. Su objetivo a corto plazo es generar nuevos empleos.

Sin embargo, su padre, Antonio, nunca estuvo a favor de tener animales en casa: «Ahora, luego era el primero en acogerlos cuando se encontraba alguno abandonado o malherido». Saúl aún recuerda el día en que Antonio y unos amigos encontraron una jabata muy pequeña y sola en una acequia cercana a la localidad ribera. «La criamos durante un tiempo hasta que se hizo gigante y la entregamos al Seprona por su seguridad», rememora. Eso sí, sus sobrinos tuvieron tiempo de ponerle nombre: ‘Peppa Pig’.

Las aves son otras de sus criaturas favoritas. Ha rescatado varias cigüeñas malheridas y polluelos de distintas especies. Incluso tiene una incubadora en casa porque le encanta ver «cómo sale un ser vivo de un huevo en apenas un mes».

SUS INICIOS LABORALES

Saúl estudió Veterinaria en la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia y se graduó justo antes de que estallara la pandemia del Covid-19, por lo que poco después regresó a NavarraMás concretamente a Tudela, donde empezó a trabajar en una clínica para perros y gatos. No obstante, sus vecinos murchantinos se enteraron y, como en el pueblo no había veterinario, solían llevarle sus animales a la clínica para que los tratara. «No tardaron en intentar convencerme de que abriera mi propia clínica en Murchante. Yo al principio bromeaba, pero lo pensé bien y me decidí». Así, inauguró Servicios Veterinarios Chueca el pasado 6 de abril, la primera y única clínica veterinaria de la población ribera.

En la clínica atiende a una decena de animales al día, especialmente perros, gatos, caballos, vacas y cerdos.

El local, de 130 metros cuadrados, se ubica en el número 16 de la calle Príncipe de Viana, al norte del pueblo. Y lo cierto es que el crecimiento del negocio está siendo exponencial. De hecho, ya se plantea contratar a trabajadores porque, en estos momentos, gestiona la clínica él solo. «Normalmente atiendo a una decena, y suelen ser perros, gatos, caballos, vacas o cerdos. La mayor parte acude por vacunas y antiparasitarios», detalla para agregar acto seguido que también son comunes las diarreas, los problemas cutáneos y las cirugías por pequeños tumores. «En los caballos son frecuentes los cólicos», apostilla.

Entre las operaciones más complicadas a las que se ha enfrentado recuerda sobre todo algunas cesáreas, aunque una de las intervenciones más curiosas fue con un perro de caza. «Cojeaba, pero al palpar sus patas no se quejaba. Le tocamos la columna y gimió un poco, por lo que le realizamos radiografías y localizamos unos objetos raros en el estómago. Lo derivamos al hospital para practicarle una endoscopia y le extirparon seis patitos de goma. Afortunadamente, a la semana estaba como si nada hubiera pasado», rememora aliviado.